sábado, 22 de febrero de 2014

Dejarme llevar

Esperé durante meses una llamada que no llegó hasta el momento en que parecía que mi mundo tomaba forma para volver a desmoronarse cuando estaba convencida que una nueva sonrisa me había arrancado todos los malos pensamientos de soledad que arrastro tanto tiempo.
Los recuerdos volvieron a mi cabeza para enseñarme que realmente quería mirar hacia mi presente, porque creía en los motivos que me habían devuelto la alegría hasta que, un nuevo golpe del destino, hace que mis ilusiones den marcha atrás y vuelva a ver como los protagonistas de la que creía mi película se vayan alejando de mí y cambiándome por otros extras.
Déjate llevar, me susurra la mente mientras el corazón, bloqueado por el nuevo desengaño, me pide que lo sane y le de tiempo a sanar su herida. Demasiadas magulladuras para que lata con la misma fuerza pero jamás dejará de sonreír...

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